En esta unidad hablaremos de divisores de dos cifras, unidades de tiempo,...

 

Medir el tiempo.

Desde siempre, los seres humanos han mostrado un gran interés por medir el paso del tiempo. Ya los hombres primitivos se sirvieron para ello, de la posición del Sol y de otros astros en el cielo.
Poco a poco, las personas se las ingeniaron para crear instrumentos que les fueran útiles para ese fin y, paulatinamente, consiguieron una mayor exactitud en sus mediciones.
Esos primitivos artilugios fueron los primeros relojes.

El reloj de Sol, utilizado ya por los egipcios alrededor del año 1.500 a.C., señalaba las horas por medio de la sombra que proyectaba una barrita metálica sobre una superficie marcada.

A esta misma civilización pertenece el reloj de agua, utilizado aproximadamente en el año 1.400 a. C. Se trataba de una vasija de barro con un agujero en su base, que dejaba pasar el agua muy lentamente. Estaba graduada y el descenso del nivel del agua indicaba el paso del tiempo.

Sobre el año 890 d. C., un rey inglés usó también un curioso invento: el reloj-vela. La vela tenía unas señales grabadas que al consumirse la cera iban marcando las horas que transcurrían.

Del año 1.100 procede el primer reloj de arena. Constaba de dos pequeños recipientes unidos por un estrecho cuello. Medía el tiempo según tardaba en caer la arena de la parte superior a la inferior. Al principio se medían espacios cortos, entre 15 y 30 minutos solamente. Después se consiguió medir hasta una hora y, más tarde, dos horas.

En el año 1.355, apareció en Europa el reloj mecánico, cuyo inventor es desconocido. Tenía un mecanismo muy complejo y el primero se instaló en una torre de Milán. Este tipo de reloj carecía de esfera y de agujas y, simplemente, daba las horas por medio de una campanilla. El reloj mecánico más antiguo que sigue en funcionamiento actualmente es el reloj de la Catedral de Salisbury, en el Reino Unido, desde el año 1386.

Como todos sabemos, la historia del reloj no acabó ahí. Así, se fueron sucediendo el reloj de péndulo, el reloj de cuco, el reloj de bolsillo  de pulsera, el electrónico, el atómico, el de cuarzo el digital,…  Cada vez son más precisos, cada vez son más exactos y sin que ya hagan siquiera tic-tac.

 

Cuaderno de Lengua Castellana. Tercer trimestre. Entre amigos Santillana (adap)