Lenguaje, Lengua y Habla.

Todos nacemos con la capacidad de comunicarnos con los demás y aprender un idioma cualquiera, aunque generalmente aprendamos el de nuestra familia. Cuando ya lo dominamos, elegimos las variedades que nos convienen para cada situación.

EL LENGUAJE

El lenguaje es una capacidad humana con la que todos nacemos y que nos permite aprender y utilizar al menos un sistema de comunicación —oral, gestual, visual, etc.— con los demás.

El código o sistema más común adoptado por todas las comunidades es el lingüístico, que generalmente presenta una forma oral y otra escrita. El código lingüístico recibe también el nombre de lengua o idioma.

LA LENGUA

La lengua es un sistema de comunicación formado por un conjunto de elementos (fonemas, morfemas, palabras, oraciones y textos) que se oponen y relacionan entre sí, siguiendo unas reglas. Con estos elementos se crean mensajes que transmiten un contenido. Como decíamos, la lengua se manifiesta de forma oral y escrita.

Lo ideal sería que todos hablásemos una misma lengua para podernos entender, pero no ocurre así porque cada comunidad ha adoptado la suya propia. Según dónde hayamos nacido hablaremos español, inglés, chino, ruso, árabe, etc. Y los sonidos, las palabras y las reglas de nuestra lengua serán diferentes de las de los demás idiomas.

¿Por qué no hablamos todos una misma lengua? Hay muchos motivos: las lenguas, igual que la gente, van cambiando con el tiempo; pero generalmente son causas históricas, políticas y culturales las que han hecho que las lenguas primitivas fueran evolucionando hasta diferenciarse totalmente unas de otras, dificultando la comprensión entre las personas.

EL HABLA

El habla es la utilización concreta de una lengua. Hablamos una lengua (o idioma) cuando la empleamos para comunicarnos con los demás, ya sea construyendo mensajes o interpretándolos.

El conocimiento de una lengua es abstracto, pero su uso es concreto: podemos conocer los signos y las reglas de varias lenguas —por ejemplo, del español, el francés y el árabe—, pero no nos podemos expresar en los tres idiomas cuando nos queramos comunicar con alguien, sino que hemos de optar por uno de ellos cada vez. Que elijamos un idioma en un momento determinado para hablarlo no implica el olvido de los otros que dominemos.

La lengua pertenece a la sociedad, por lo que ninguna persona puede cambiarla a su antojo; pero el habla es mucho más dinámica y hace que, con el tiempo, puedan variar determinados usos de la lengua. Sin embargo, al hablar, todos debemos seguir unas normas marcadas por la costumbre, el buen uso o los dictámenes de instituciones como la Real Academia Española.

FUNCIONES DEL LENGUAJE

Fíjate para cuántas cosas nos sirve el lenguaje: para comunicar unos contenidos (Hace frío), expresar nuestros propios sentimientos (¡Qué contenta estoy!), influir en otras personas (Échame colonia), comprobar que nos escuchan o entienden correctamente (¿Me comprendes?), hablar del lenguaje mismo (Alto es un adjetivo) o hacer atractivo y armonioso el mensaje haciendo que el receptor se complazca con él (Tu risa me hace libre, me pone alas).

VARIEDADES DE USO O DEL HABLA

La forma de hablar de cada uno de nosotros, en función de dónde hayamos nacido, la cultura que tengamos o a quién nos dirijamos, puede presentar diversas variedades:

  • Geográficas: no habla igual el español una persona que haya nacido en Galicia (España) o en México; el vocabulario y la entonación de las frases serán diferentes.
  • Sociales: dependiendo de la cultura y del dominio linguístico que tengamos, podemos utilizar la lengua de forma culta, coloquial o vulgar.
  • De estilo: no hablamos igual cuando conversamos con un profesor, con nuestros padres o con nuestros amigos.

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