Animales viajeros.

En algunos lugares los animales parecen formar parte del paisaje. Parece que siempre están ahí, y por eso todo es diferente cuando se marchan. Y es que muchos animales son grandes viajeros y recorren enormes distancias.

¡Claro que no viajan por gusto, sino porque su vida depende de ello!

Algunos animales viajan por el mar o los ríos, como la langosta, que emigra según las estaciones y la temperatura de las aguas, o la tortuga de mar, que recorre a veces más de dos mil kilómetros buscando un lugar apropiado para poner sus huevos. También es conocido el viaje del salmón, que remonta el río en una carrera llena de peligros y obstáculos.

Otros animales viajan por la tierra, como el reno, que huye del frío invierno, o el sapo, que marcha desde los bosques hasta los ríos para poner sus huevos.

Otros animales emigran en busca de alimentos, como el Ñu.

Y hay muchos animales que viajan por el aire, como los vencejos, que son capaces hasta de dormir en pleno vuelo, o las grullas, que organizan un gran escándalo cantando mientras vuelan.

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